La clave del minimalismo, es ser capaz de identificar cuáles son las cosas que más valoras y actuar en consecuencia. También en el trabajo.
El minimalismo no es solo tener menos cosas materiales, aunque esto ayude. El minimalismo es ser capaz de identificar cuáles son las cosas que más valoras y actuar en consecuencia. Me explico.
Para mi, una de las mejores definiciones de minimalismo es la que da Joshua Becker de Beckoming minimalist:
El minimalismo consiste en promocionar las cosas que más valoras y eliminar todo lo que te distrae de conseguirlas.
Y ojo, esto se puede aplicar también en tu trabajo. Vamos a ver cómo.
Muchas personas ven el minimalismo como un estilo de vida, y lo es, pero también puede ser un modo de trabajar.
Para poder aplicar el minimalismo a tu trabajo debes plantearte estas dos preguntas:
Si respondes estas dos preguntas entrarás en una senda que te acercará al minimalismo en el trabajo.
Como siempre, cada persona y cada empresa es un mundo así que no existe una fórmula que sirva por igual a todos. Aún así, en este artículo encontrarás 5 estrategias que pueden resultarte útiles durante el camino.
Vamos a verlas.
Esta es una de las formas más sencillas y más útiles de aproximarse al minimalismo.
Nuestro espacio de trabajo tiene un efecto directo en nuestro estado de ánimo y capacidad de concentración.
Así que si el minimalismo requiere que eliminemos las cosas que nos distraen… los archivos apilados, los 43 bolis o la postal de tus últimas vacaciones… ¿Qué hacen en tu mesa?
El orden en tu mesa te ayuda a estructurar mejor tu mente.
NOTA: Tampoco hace falta que conviertas tu mesa en un quirófano (si algo te inspira, puede quedarse), pero mantén lo esencial y sobre todo mantén el orden.
Hoy en día está más que probado que no es necesario trabajar más horas para conseguir más trabajo bien hecho. Lo importante es la calidad del tiempo que dedicas a tu trabajo, no la cantidad.
La investigación en este campo continúa apuntando que lo ideal es dedicar 3-4 horas de trabajo concentrado a tu negocio cada día. Y no es conveniente que sean seguidas. Mucho mejor si pueden ser un par de bloques con algún descanso intercalado.
Te puede parecer poco, pero te puedo asegurar que la mayoría de gente que dice trabajar 8 o 10h al día, no llega a las 4 horas de trabajo concentrado. Ni de lejos.
Es mucho mejor, para tu negocio y para ti, trabajar menos horas pero con una concentración lo más cerca posible al 100 %.
Haz que tu horario también sea minimalista.
Todos sabemos que trabajar online tiene muchas ventajas y que ha cambiado el modo en como hacemos negocios. Pero el hecho de que Internet esté siempre abierto no significa que siempre tengas que estar online.
Aquí, aunque no lo parezca, también puedes aplicar los preceptos del minimalismo.
Analiza qué Apps o herramientas de comunicación online te aportan felicidad. Así de simple. Cuando las tengas localizadas, deshazte del resto.
Yo, por ejemplo, eliminé la App de Facebook de mi smartphone hace más de 2 años y no la echo de menos para nada. Y sigo eliminando otras aplicaciones constantemente.
No necesitas estar en todas partes. No necesitas responder al instante. No necesitas prestar tanta atención a los seguidores, los “me gusta” y los comentarios.
NOTA: Estar siempre online consume tu energía, tu productividad y tu creatividad.
En nuestra cultura, la ética del trabajo está sobre-desarrollada y en cambio la ética del descanso, subdesarrollada.
Si apuestas por una jornada laboral de 4h, ¿a qué dedicarás el resto del día? La respuesta puede ser Netflix, pero no te lo aconsejo 😉
La respuesta es: a darle tiempo a tu mente para divagar. Sí, has leído bien, divagar.
Alex Pang, autor de “Rest: Why you get more done when you work less” explica que los neurocientíficos afirman que cuando estamos relajados y dejamos que nuestra mente divague activamos la llamada Red de Modo Predeterminado (DMN son sus siglas en inglés).
Esta red proporciona dos grandes beneficios:
Así pues, en estado DMN, nuestro cerebro vuelve a las cosas que sucedieron en el pasado y consolida esta información para ayudarnos a comprender mejor lo sucedido y resolver los problemas actuales.
Una forma de activar el modo DMN es caminar porque caminar no requiere un pensamiento deliberado. Durante este tipo de actividad rítmica, el cerebro divaga y da la vuelta a las ideas. De este modo surgen nuevas ideas creativas y se resuelven problemas que parecían insalvables.
En nuestra cultura, el trabajo está tan ligado a nuestra identidad que incluso puede llegar a perjudicarnos.
El trabajo puede ser una fuente de satisfacción brutal si encuentras el trabajo correcto. Pero la frontera entre lo sano y lo enfermizo es muy fina. Si el trabajo no tiene límites y comienza a tomar prioridad sobre tu salud, tus relaciones y tu bienestar general se convierte en una adicción.
¿En qué estás interesado fuera de tu trabajo?
Si la respuesta a esta pregunta tan sencilla es nada, puede que hayas aplicado el minimalismo en tu vida de un modo drástico: hayas eliminado todo menos el trabajo.
¿Es así como quieres vivir tu vida?
Probablemente no…
Bueno, y ahora estarás pensando que todo esto que te he comentado está muy bien pero es imposible de aplicar… ¿Qué hago con los niños, mis padres, el trabajo, los clientes, las obligaciones, las facturas…?
¿Cómo lo hago?
No es fácil. Yo no lo he logrado aún, pero intento establecer un sistema que me haga cada vez más minimalista en el trabajo.
Es un camino largo pero sé que cada día mejoro, así que paso a paso. No me hace falta ser 100 % minimalista para lograr muchos beneficios del minimalismo en el trabajo.
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