En este post repasamos las principales ventajas que tiene trabajar en un coworking en lugar de hacerlo en casa.
Trabajar en casa tiene ventajas, pero hacerlo en un coworking tiene muchas más. En este artículo repaso las principales ventajas de un coworking y lo que puedes esperar si das este paso.
Pero antes, hablemos un momento de qué es un coworking. Demasiado a menudo se confunde con una oficina compartida y esta es una visión claramente errónea.
El coworking es la alternativa perfecta a trabajar en casa o en una oficina propia.
Según la asociación Coworking Spain:
“Los espacios de coworking permiten a profesionales de diferentes empresas y sectores trabajar bajo un mismo techo. Los espacios de coworking ponen en contacto a diferentes profesionales y posibilitan que éstos puedan trabajar juntos en proyectos comunes, constituyéndose entonces como una forma de networking.”
Así pues, como ves, un coworking es mucho más que una oficina compartida. Ofrece muchas ventajas y un entorno lleno de profesionales que comparten su vida profesional.
La decisión de trabajar con extraños puede ser intimidante, lo admito, pero te aseguro que es muy gratificante. Yo trabajo en un coworking desde hace ya 7 años y algunos de mis compañeros en Abaq llevan más de 8 años en un coworking.
A mi me cambió la vida, desde el punto de vida profesional, para bien y estas son sus principales ventajas bajo mi punto de vista 👍
Un coworking tiene espíritu y, al igual que una empresa, tiene una “cultura corporativa”.
Los espacios de coworking están pensados para generar un sentido de comunidad, colaboración y aprendizaje que te va a sorprender gratamente.
No hay competencia entre coworkers, hay colaboración y ayuda fraternal en todo.
Esta es la esencia del coworking.
Los espacios de coworking, además de un lugar para trabajar, te proporcionan otros espacios útiles como por ejemplo salas de conferencias o salas de reuniones.
Además, en muchas ocasiones, puedes disfrutar de:
¡Y más!
Trabajar en un coworking puede representar un gran salto en tu productividad.
El mero hecho de salir de la cama, vestirse e irse a un lugar a trabajar te ayuda mucho a separar tu vida privada de tu vida profesional.
En casa hay muchas distracciones: lavadoras, nevera, cafetera, niños… por no hablar de Netflix o HBO. Hay que evitarlas a toda costa y la mejor manera de hacerlo es estar lejos de ellas.
En un coworking tienes muchas menos distracciones y estás rodeado de profesionales motivados y comprometidos con su trabajo. Algo que te ayuda a seguir trabajando y ser más y más productivo.
Como acabo de comentarte, cuando trabajas en casa resulta complicado diferenciar las horas de ocio de las horas de trabajo productivo.
Pero hay algo aún peor: la soledad.
Trabajando en casa te sientes aislado y desconectado. Y lo estás.
Los espacios de coworking ponen fin a esta desconexión. Aunque no hables, sientes que hay más gente trabajando igual que tú. Te sientes acompañado.
Además, tienes oportunidad de compartir tus penas, tus experiencias y tu día a día con los demás compañeros de coworking. Esto no tiene precio.
El espacio compartido y el sentido de comunidad que se genera en un coworking es otra de las razones por las que cada vez somos más los enamorados de estos espacios de trabajo.
En un coworking, estás rodeado de profesionales que pueden ser proveedores y clientes al mismo tiempo. También pueden recomendarte a sus contactos o ayudarte a contactar con alguien que te pueda interesar.
Las posibilidades son muchas y las tienes a tu alcence en un coworking.
Tener tu propia oficina o trabajar en una oficina compartida puede resultar muy caro: el alquiler, los servicios (agua, luz, fibra…), el mantenimiento (la impresora, la limpieza…) y un largo etcétera de gastos fijos cada mes que vas a tener que soportar.
En cambio en un coworling, pagas una sola cuota y listos. No tienes que preocuparte de nada. Además si deseas cambiar porque te mudas de la ciudad, por ejemplo, es tan sencillo como darte de baja.
Así de sencillo.
En el deayuno, en una merienda o en medio de un pasillo en una conversación improvisada.
Las oportunidades para aprender aparecen en cualquier rincón del coworking y en cualquier momento. El coworking está lleno de gente como tú, con inquietudes similares, con los que compartir experiencias y conocimientos.
Nunca dejarás de aprender.
Puede que en tu coworking haya competencia. Es decir, que haya otros profesionales y empresas que se dedican a ofrecer los mismos servicios que tú.
Esto no es ningún problema. Yo he visto diseñadores pasándose clientes en función de su sector de especialización o de sus conocimientos. Son clientes que nunca hubieran conseguido si no fuera por tener otros colegas de profesión sentados a pocas mesas de distancia.
Es así, y es muy bueno.
Si no dispones de un coworking “físico” cerca del lugar donde vives, siempre tienes la opción de apuntarte a un coworking online como SinOficina.
A pesar de ser online, sigue conservando muchas de las ventajas de un coworking que aquí hemos comentado. Como por ejemplo la sensación de pertenecer a un colectivo con una cultura determinada.
En mi caso, soy tan apasionado de la cultura coworking que trabajo en un coworking físico y también estoy apuntado a SinOficina 😉
Trabajando en un espacio de coworking, te rodeas de profesionales motivados y entusiastas como tú. Tienes la oportunidad de socializar, disfrutar de las comodidades de un espacio pensado para cubrir tus necesidades y además puedes conseguir nuevos clientes.
En definitiva, tendrás una jornada laboral más alegre y esto repercutirá también en tus resultados.
No esperes más, ¡únete al coworking!