En general, un falso autónomo se refiere a alguien que trabaja como autónomo, pero en realidad cumple con los requisitos de un empleado y no de un trabajador independiente.

Si trabajas exclusivamente para una sola empresa durante un período prolongado, es posible que se te considere un falso autónomo si cumples con ciertos criterios. Estos criterios pueden incluir aspectos como la dependencia económica y la subordinación a la empresa. Si tu relación laboral se asemeja más a la de un empleado tradicional, es posible que las autoridades laborales consideren que deberías tener un contrato de trabajo en lugar de trabajar como autónomo.

En cuanto a las inspecciones, sí, las autoridades laborales pueden llevar a cabo inspecciones para evaluar el cumplimiento de las leyes laborales. Estas inspecciones pueden investigar las relaciones laborales y determinar si se están cumpliendo las obligaciones y derechos correspondientes. Si se detecta que existen situaciones de falso autónomo, es posible que se tomen medidas para corregir la situación, como la reclasificación del contrato o la imposición de sanciones a la empresa.